domingo, 25 de abril de 2010

Seminario : BUDO.


UN POCO DE HISTORIA ORIENTAL
Las artes marciales tradicionales nacen en Oriente, en un entorno político social de grandes desigualdades generadoras de una opresión del más fuerte sobre el más débil. El resultado de dicha opresión se reflejaba en numerosas guerras en las que las clases más altas se veían favorecidas al disponer de mayores recursos bélicos. Ello obligó a los campesinos a reaccionar creando diferentes métodos de combate para salvaguardar su integridad ingeniando diferentes sistemas de lucha a partir de la utilización de diferentes partes del cuerpo (brazos, piernas, etc.) o incluso, armas, que generalmente se correspondían con útiles de trabajo. Así fue como las clases más desfavorecidas pudieron hacer frente al yugo de los opresores, desde su ingenio y sacrificio. Con la desaparición de estos conflictos bélicos y la aparición de nuevas tecnologías de guerra, las artes marciales perdieron su razón de ser. No tenía ningún sentido el uso de las artes marciales en un contexto en el que existían otros medios para la resolución de las guerras. No obstante, las artes marciales no desaparecieron, conservando su arraigo social e incluso exportándose a Occidente.

Sucede que los conflictos interpersonales siguen latentes en la sociedad aunque se reflejen desde otras perspectivas: laborales, familiares, económicas, etc. Por desgracia siguen existiendo guerras pero ya no se acude a las artes marciales para resolverlas dadas las tecnologías existentes. Las artes marciales se enfrentan a todas estas manifestaciones actuales de conflictos interpersonales, analizándolos desde su origen, esto es, el propio individuo. Se trata ahora, no de reaccionar frente a una agresión, sino de superar el propio conflicto desde el fortalecimiento espiritual del individuo, anticipándose al mismo para evitarlo. Nos encontramos con otro tipo de marcialidad, la psicológica, en la que constantemente nos enfrentamos con nuestros miedos, complejos, deficiencias o debilidades, y en la que el único oponente somos nosotros mismos. Es la “lucha contra uno mismo”. Las artes marciales son idóneas para acometer esa auto-lucha con el entrenamiento físico constante, acudiendo al dojo cada día con la finalidad de mejorar nuestra técnica y movimientos; superando nuestras limitaciones físicas y enfrentándonos a ellas con nuestra propia voluntad; controlando el dolor y el cansancio; desarrollando nuevas sensaciones, como la búsqueda del ki. Con todo ello estamos fortaleciendo nuestro espíritu y, en definitiva, madurando la mente. Nos enfrentamos a nuestras limitaciones físicas y psíquicas desde nuestro propio trabajo o entrenamiento, sin necesidad de combatir con nadie para demostrar nuestra fortaleza. Desde esta perspectiva no es necesario el enfrentamiento contra nadie para constatar nuestra evolución porque solo el propio individuo se conoce, o se puede conocer, a sí mismo. Se trata de un trabajo exclusivamente personal.

Al final de todo llegamos al concepto Budo, respecto del que O Sensei dijo:
“Estás en un error si crees que el Budo significa tener oponentes y enemigos, y ser fuerte y cruel con ellos. La verdad del Budo es ser uno mismo con el universo, esto es, estar en unión con el centro del Universo”.
Ideas como autosuperación, autocontrol, nos pueden servir como base para la mejor comprensión del Budo.

Este ha sido uno de los seminarios que más me ha gustado en lo que llevo de carrera. Es importante que realicemos prácticas que nos pongan en contacto, literalmente. Las artes marciales, con un buen maestro, se convierten en prácticas que ayudan enormemente a ponerte en contacto con tu propio cuerpo y con el de los demás, con respeto.
Conocer tu propio cuerpo y emociones y sus necesidades te ayuda a desarrollar enormemente la empatía y la capacidad de escucha, que son los principales atributos en nuestra profesión, lo demás son conocimientos que están en los libros y se pueden aprender, pero lo importante es que la principal herramienta, tú, esté preparada.
Actualmente vemos como proliferan las formas de intervenir (porque para mí lo son) a través del contacto, como el taichi o el yoga, que son formas de inteactuar a través de la puesta en común de emociones, miedos y sentimientos, lo que produce relaciones donde la capacidad de entender al otro es la base. Son espacios y tiempos en que las máscaras se caen porque no son necesarias, ya que son los cuerpos y las emociones los que dirigen la interacción. La consecuencia más importante es el respeto y la transparencia, ya que no hay forma de engañar a través de las emociones y del cuerpo, fieles reflejos de tu situación personal.
Llevo casi un año practicando yoga y he practicado karate, aunque hace años. Para mí es una terapia grupal. Somos un grupo heterogéneo de mujeres (los hombres no acaban de animarse) sin un perfil específico. Cada componente del grupo tiene unas necesidades, pero eso no ha impedido que se cree un vínculo que va más allá de la clase. Se ha creado un espacio donde se respeta la intimidad y las emociones y donde todas las partes del cuerpo hablan. El control sobre tus movimientos corporales te proporciona seguridad, paciencia, tranquilidad, comprensión...
Para escapar del sedentarismo pandémico de la sociedad occidental...

Exposición: Parálisis cerebral. Contenido teórico.

DEFINICIÓN
La paralisis cerebral (PC) es la discapacidad infantil más común. La paralisis cerebral es un trastorno permanente y no progresivo que afecta a la psicomotricidad del paciente. En un nuevo consenso internacional, se propone como definición: “La parálisis cerebral describe un grupo de trastornos del desarrollo psicomotor, que causan una limitación de la actividad del enfermo, atribuida a problemas en el desarrollo cerebral del feto o del niño. Los desórdenes psicomotrices de la parálisis cerebral están a menudo acompañados de problemas sensitivos, cognitivos, de comunicación y percepción, y en algunas ocasiones, de trastornos del comportamiento”. Las lesiones cerebrales de la PC ocurren desde el período fetal hasta la edad de 3 años. Los daños cerebrales después de la edad de 3 años hasta el período adulto pueden manifestarse como PC, pero, por definición, estas lesiones no son PC.
La incidencia de la enfermedad en países desarrollados es de aproximadamente 2-2,5 enfermos por cada mil nacimientos. Esta incidencia no ha bajado en los últimos 60 años a pesar de los avances médicos como la monitorización de las constantes vitales de los fetos. La Parálisis cerebral no tiene cura conocida; la intervención medica aparece como una ayuda. Estos tratamientos para el desarrollo personal del paciente se introducen en su vida diaria hasta su muerte.

La PC es un padecimiento que principalmente se caracteriza por la incapacidad de poder controlar completamente las funciones del sistema motor. Esto puede incluir espasmos o rigidez en los músculos, movimientos involuntarios, y/o trastornos en la postura o movilidad del cuerpo.

La PC no es una enfermedad, no es contagiosa y no es progresiva. Es causada por una lesión en una o más áreas específicas del cerebro y no en los músculos. Esta lesión puede producirse antes, durante o después del nacimiento. Entre 0,1 y 0,2% de los niños padecen alguna forma de parálisis cerebral; en el caso de bebés prematuros o de bajo peso, esta cifra aumenta al 1%.
Es un término que agrupa un grupo de diferentes condiciones. Hay que tener en cuenta que no hay dos personas con parálisis cerebral con las mismas características o el mismo diagnóstico. La Parálisis cerebral esta dividida en cuatro tipos, que describen los problemas de movilidad que presentan. Esta división refleja el área del cerebro que está dañada. Las cuatro clasificaciones son: Espasticidad, atetoideAthetoid, Ataxia, Mixta.

ETIOLOGÍA
Las causas que producen la parálisis cerebral van a depender y a variar de un caso a otro, por tanto no puede ni debe atribuirse a un factor único, aunque todos desarrollan como determinante común, la deficiente maduración del sistema nervioso central.

La parálisis cerebral puede producirse tanto en el período prenatal como perinatal o postnatal. Teniendo el límite de manifestación transcurridos los cinco primeros años de vida.

1. En el período prenatal, la lesión es ocasionada durante el embarazo y pueden influir las condiciones desfavorables de la madre en la gestación. Suele ocasionar el 35% de los casos.
Los factores prenatales que se han relacionado son las infecciones maternas (sobre todo la rubéola), la radiación, la anoxia (déficit de oxígeno), la toxemia y la diabetes materna.

2. En el período perinatal, las lesiones suelen ocurrir en el momento del parto. Ocasionan el 55% de los casos, y las causas más frecuentes son: anoxia, asfixia, traumatismo por fórceps, prematuridad, partos múltiples, y en general, todo parto que ocasiona sufrimiento al niño.
3. En el período postnatal, la lesión es debida a enfermedades ocasionadas después del nacimiento. Corresponde a un 10% de los casos y puede ser debida a traumatismos craneales, infecciones, accidentes vasculares, accidentes anestésicos, deshidrataciones, etc…


DIFICULTADES ASOCIADAS A LA PC
Con gran frecuencia, en la PC, a los problemas del movimiento se asocian otros de diversa índole y no menos importantes. Se trata de problemas clínicos, sensoriales, perceptivos y de comunicación.
• Trastornos Sensitivos
Como la Astereognosia (no reconocimiento del objeto puesto en la mano) o la Asomatognosia (pérdida de la representación cortical de los miembros paréticos)

• Trastornos Tróficos
Con disminución del volumen y talla de los miembros paréticos, y una frecuente asociación con trastornos vasculares (frialdad y cianosis)

• Deformidades Esqueléticas
Debido al desequilibrio de las fuerzas musculares, y al mantenimiento prolongado en posiciones viciosas. Las deformidades más frecuentes son la subluxación y luxación de caderas, la disminución de la amplitud de extensión de rodillas o codos, curvas cifóticas, actitudes escolióticas, pies cavos.

• Trastornos del Lenguaje
Con un origen plurifactorial, como retraso mental, trastorno de la realización motora (disartria), o trastornos psico-sociales. El habla depende de la habilidad para controlar los pequeños músculos de la boca, la lengua, el paladar y la cavidad bucal. Las dificultades para hablar que tienen las personas con parálisis cerebral suelen ir unidas a las de tragar y masticar. La mayoría aprenderán alguna clase de comunicación verbal, mientras que los más afectados podrán encontrar una gran ayuda a través de sistemas alternativos de comunicación.

• Trastorno Motricidad Intestinal
Como estreñimiento crónico, por ausencia o disminución de la motricidad general.

• Trastornos Conductuales
A veces tan graves que comprometen el porvenir y las posibilidades de tratamiento:
 Abulia: pasividad, falta de iniciativa, inhibición, miedo al mundo exterior.
 Trastornos de la atención: por ausencia de selección de las informaciones sensoriales (núcleos grises centrales).
 Falta de concentración.
 Falta de continuidad.
 Lentitud
 Comportamiento autolesivo: Mordeduras, golpes, pellizcos.
 Heteroagresividad: Patadas, golpes, mordeduras...
 Estereotipias: Hábitos atípicos y repetitivos: balanceo, torcedura de dedos, chupado de manos...

• Trastornos Emocionales
Ya que el trastorno motor provoca una mala adaptación al entorno social, un aislamiento, estigmatización social aumentando así las probabilidades de desarrollar trastornos psicológicos y emocionales, trastornos del humor (depresión, vulnerabilidad en la adolescencia), ansiedad, hiperemotividad, inmadurez afectiva (discordancia entre la evolución afectiva y el nivel intelectual).
• Dificultades de aprendizaje
En las personas que no son capaces de controlar bien sus movimientos, o no pueden hablar, a menudo se da por supuesto que tienen una discapacidad intelectual. Aunque algunas personas con parálisis cerebral tienen problemas de aprendizaje, esto no es siempre así, incluso pueden tener un coeficiente de inteligencia más alto de lo normal.
• Percepción espacial
Algunas personas con parálisis cerebral no pueden percibir el espacio para relacionarlo con sus propios cuerpos (no pueden, por ejemplo calcular las distancias) o pensar espacialmente (como construir visualmente en tres dimensiones). Esto es debido, a una anormalidad en una parte del cerebro, y no está relacionado con la inteligencia.

INCIDENCIA
La parálisis cerebral, lejos de remitir, va en aumento en España y en el resto de países de Europa occidental. Sólo en nuestro país podemos hablar de un porcentaje del 2,5 por mil de la población afectada. Puede incidir en personas de cualquier condición y raza y es actualmente la causa más frecuente de discapacidades motóricas en los niños, desde que se instauró la vacunación de la poliomielitis.

Los avances de la medicina, que prolongan las expectativas de vida de los afectados, y el aumento de los embarazos de riesgo y de nacimientos prematuros en las sociedades occidentales, son hoy en día la causa directa del incremento de la parálisis cerebral.

Según datos estadísticos, el número de personas en España con discapacidad alcanza los 3,8 millones, lo que supone casi el 9% de la población. De ellos, 120.000 tienen parálisis cerebral. Los grados de intensidad de la misma varían: hay personas con una parálisis apenas apreciable y otras, sin embargo, que necesitan a terceras personas para desenvolverse y desarrollar su vida diaria.

En el caso de los grupos con discapacidad severa -un 80% del colectivo – la familia juega un papel importante, ya que según datos del IMSERSO, son los familiares directos los que se hacen cargo en el 76% de las situaciones, de las personas que necesitan atenciones para realizar las tareas cotidianas de la vida diaria. Otros parientes allegados se encargan de su asistencia en el 9% de los casos; en el 8% de las situaciones la atención la asumen empleados externos, en el 3,5% vecinos, amigos u otras personas y sólo en el 2,6% son los servicios sociales los que se ocupan.

INTERVENCIÓN EN LA ASOCIACIÓN ASPACE
Con el objetivo de lograr la atención integral de la persona con parálisis cerebral y teniendo en cuenta la especificidad de este tipo de discapacidad (debido al carácter global del trastorno, a la diversidad de ámbitos en los que se manifiesta y a la variedad de consecuencias que pueden aparecer en cada uno de ellos), desde ASPACE se plantea el trabajo con las personas con PC y afines como un proceso de construcción en el que tanto la persona, como la familia y los profesionales tienen que tener una actitud activa que contribuya a alcanzar el máximo desarrollo de la persona.

En este proceso se tiene en cuenta las distintas necesidades de la persona: sanitarias, educativas, sociales, laborales; y las posibles respuestas en cuanto a servicios más específicos que puedan necesitar (además de los habituales sanitarios, educativos y sociales): Centros de Tratamientos (Atención Temprana, Fisioterapia, Comunicación, Lenguaje, Habla y Alimentación, Psicopedagógico, Rehabilitación Neuropsicológica, Psicoterapia, Intervención Social), Centros de Adultos, Centros Ocupacionales, Centros Especiales de Empleo, Residencias, Pisos Tutelados.

Por esto la metodología utilizada es la del aprendizaje significativo en la que la persona es el sujeto activo del proceso. A partir de él y con él se diseñarán los objetivos y se planificarán los contenidos de forma que se ajusten al nivel de desarrollo individual, a las experiencias previas y a los distintos contextos en los que transcurre o habrá de transcurrir su vida, con el fin de garantizar la habilitación funcional. Para esto se utiliza el repertorio de conductas útiles de cada persona, que son las que dirigen su actividad, para promover el desarrollo gradual de la autonomía tanto personal como social.

Fuente: página web de la asociación ASPACE.
CONCLUSIONES

  • La atención e intervención para este colectivo está delegado en el tercer sector y las asociaciones. Las ayudas públicas se limitan casi exclusivamente a prestaciones económicas. Incluso la ley de dependencia depende de la oferta del mercado de servicios específicos.
  • El educador social no aparece como un profesional asociado a la intervención con este colectivo, ni siquiera en ASPACE.
  • Necesitan intervención integral para poder desarrollarse como personas.
  • No son enfermos, tienen una lesión cerebral.
  • Es un trastorno excluyente por la forma en que da la cara: movimientos involuntarios y/o espasmódicos, dificultades en el habla, estrabismo, sordera... por lo que las barreras son arquitectónicas, sociales, laborales...

martes, 20 de abril de 2010

EL BOLA.

EL BOLA
GUIÓN:
1. Breve sinopsis.
2. Descripción de los dos modelos familiares que se muestran en la película.
3. Factores de riesgo y de protección de ambas familias.
4. Tipo de maltrato que se muestra. Identificadores.
5. Planteamiento de los objetivos de intervención en el caso concreto de Pablo.
DESARROLLO:
1. SINOPSIS.
Pablo es un adolescente hijo único de una familia modesta de Madrid que sufre malos tratos físicos y psicológicos por parte de su padre. A raíz de su amistad con Alfredo, un chico nuevo en la escuela y su familia, las palizas se multiplican, ya que su padre no quiere que se relacione con ellos. La familia de Alfredo es muy distinta, es una pareja muy independiente con una vida social amplia. El padre tiene un estudio de tatuajes.
La película nos muestra lo complejo que resulta ayudar a un menor que se encuentra en esa terrible situación y las trabas y recobecos que la ley tiene a su disposición y que hacen tan difícil ayudar a estos menores. Se refleja perfectamente el dilema moral al que se enfrenta la familia de Alfredo frente a una situación de maltrato tan clara como la de Pablo.
Alfredo y su familia se convierten en el único apoyo de Pablo ante la crueldad de su padre y el miedo de su madre.
2. MODELOS FAMILIARES.
La unidad familiar está compuesta por Pablo, sus padres y su abuela. Es una familia de mentalidad tradicional que regenta una ferretería. No se observan problemas económicos ni de adicciones.
• Su madre es ama de casa y cuidadora de la madre de su marido. No tiene comunicación con su marido, al que tiene miedo. Vive recluida en la casa, sin vida social, más allá de las visitas al cementerio. No dispone de red de apoyo en la comunidad en la que vive, el miedo a su marido la hace estar aislada.
• Su padre es un hombre con un perfil social muy distinto a su perfil familiar. Se trata de un hombre bien educado y cortés en el trato con la gente. En su casa es un tirano maltratador que siembra el terror en su familia. Infringe maltrato físico y psicológico a su hijo y maltrato psicológico a su mujer. Su forma de educar es autoritaria e impositiva. La base de su forma de educar es el miedo y la violencia. Utiliza a Pablo para sofocar su frustración y culpa por el hijo muerto, con el que lo compara constantemente. Obliga a su hijo a trabajar en el negocio familiar.
• Pablo es un chico educado y alegre que lleva una doble vida, la de su esfera familiar y la que vive fuera de casa, donde es capaz de divertirse.
La única persona que tiene contactos sociales es el padre, por su negocio tiene que tratar con los clientes con los que es cortés y amable. El resto de la familia vive aislada socialmente, en un ambiente en el que los malos tratos quedan invisibilizados, ya que todos lo saben pero nadie hace nada por ayudar a Pablo.
La familia de Alfredo tiene una mentalidad posmoderna, para los que la educación de los hijos es compartida. La comunicación es fluida y la forma de educar a Alfredo tiene como base la confianza y la responsabilidad. Alfredo es un chico honesto y maduro.
Al contrario que la familia de Pablo, la de Alfredo tiene una amplia vida social y realizan actividades de ocio y tiempo libre. Están integrados en la comunidad y saben buscar los recursos necesarios para afrontar cualquier situación. Buscan información y actúan de forma respetuosa con la situación de Pablo.
3. FACTORES DE RIESGO Y FACTORES DE PROTECCIÓN.
FACTORES DE RIESGO
Familia de Pablo:
  • Aislamiento social, falta de apoyo social, profesional e institucional.
  • Falta de comunicación y de afecto.
  • Disciplina coercitiva.
  • Padre autoritario sin autocontrol ni habilidades para resolver conflictos.
  • Falta de tolerancia a la frustración y el estrés.
  • Falta de conocimiento de su hijo adolescente y sus necesidades. Falta de interés. No conoce a sus amigos.
  • Expectativas desajustadas sobre Pablo, comparación con su hermano.
  • La actitud social de la comunidad es pasiva.
FACTORES DE PROTECCIÓN
Familia de Alfredo:
Redes sociales consolidadas y estables.
Comunicación fluida, muestras de afecto frecuentes.
Disciplina basada en la comunicación y la confianza.
Familia democrática, ambos padres tienen habilidades parentales.
Conocimiento de las característicasevolutivas de los hijos y sus necesidades.
Conoce a los amigos de sus hijos.
Estabilidad económica y satisfacción laboral.
Búsqueda de recursos activa.

FACTORES DE PROTECCIÓN
Familia de Pablo:
Madre con conciencia de problemática.
Madre con habilidades parentales.
No hay experiencias previas de fracaso.
Posible arrepentimiento por su actitud colaborativa al final de la película.
Estabilidad económica.
4. TIPO DE MALTRATO. INDICADORES.
El maltrato infringido a Pablo es físico y psicológico (emocional). Los indicadores que nos lo muestran son los siguientes:
• Físico: Hematomas, heridas, cicatrices…
• Psicológico o emocional: rechazo hacia el menor, aterrorizarlo, privarle de relaciones sociales (prohibirle relacionarse), insultarle, ridiculizarle, ignorar sus necesidades emocionales, alta frialdad afectiva, compararlo con su hermano, agredirlo, obligarle a trabajar…

5. OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN
El objetivo principal es la protección de Pablo. Para ello es necesaria la notificación del caso a los Servicios Sociales o sanitarios. En el caso de Pablo existe parte médico del maltrato. A continuación se debe investigar la gravedad del maltrato y el riesgo que corre el menor. Se deben analizar los factores que pueden haber provocado el maltrato y a raíz de ello se deterninará la intervención que se puede llevar a cabo.
En el caso de Pablo, lo prioritario es separarlo del foco de malos tratos de forma temporal, para que remita el terror que siente por su padre. Es necesaria la intervención con el maltratador a través de programas de terapias individuales y grupales encaminados a:
• Favorecer el autocontrol del padre.
• Enseñanza de técnicas de disciplina alternativas al castigo físico.
• Habilidades de interacción y comunicación familiar, afecto.
• Formación en nociones básicas acerca del ritmo y calendario evolutivo de los menores y sus necesidades, en el caso de Pablo, la adolescencia.
• Desarrollar expectativas realistas con respecto a su hijo.
• Mejorar el funcionamiento en sus diferentes roles personales y en las relaciones interpersonales y familiares.
Estos programas deben estar basados en la práctica, en forma de terapias familiares con Pablo, para que entienda el problema que tiene su padre, para favorecer la adaptación en su familia en caso de separación. Pero sería necesario estudiar el caso a fondo para poder determinar la intervención más adecuada.
Se trata de potenciar los factores de protección, en los que tiene un rol muy importante la madre de Pablo, que al final parece darse cuenta de la problemática y quiere poner fin a la situación. Además, el padre parece querer colaborar al final de la película, parece que no es un hombre violento hacia los demás, es como si focalizara su frustración en su familia, sobre todo en Pablo. Quizás se culpa por la pérdida de su hijo y descarga la frustración con Pablo.
Hay que tener en cuenta que la intervención debe ir focalizada a la reunificación familiar. Es importante también en estas intervenciones un seguimiento profesional y una coordinación entre los diferentes ámbitos: servicios sociales (visitas domiciliarias y de ayuda familiar), educativo (profesores y educadores) y comunitario (favorecer las redes sociales).

lunes, 12 de abril de 2010

Introducción breve: Maltrato infantil.

En esta introducción breve a un tema tan complejo como los malos tratos a la infancia, vamos a desarrollar brevemente los siguientes apartados:


  • Concepto.
  • Tipología.
  • Incidencia.
  • Factores de riesgo.
  • Consecuencias
  • Intervención.
  • Prevención.

Según la Guia del maltrato infantil del Observatorio de la Infancia, se definen los malos tratos como "acción, omisión o trato negligente, no accidental, que prive al niño de sus derechos y su bienestar, que amenacen y/o interfieran su desarrollo físico, psíquico y /o social, cuyos autores pueden ser personas, instituciones o la propia sociedad."

Según el momento en que se infringen pueden ser prenatal o postnatal. Según la autoría hablamos de maltrato familiar, extrafamiliar, institucional o social. Según las acciones concretas que contituyen el maltrato infringido:

  • Abandono o negligencia, maltrato emocional, maltrato físico, abuso sexual, maltrato prenatal, mendicidad, corrupción, explotación laboral, síndrome de Münchhausen por poderes, maltrato institucional.

Se considera el maltrato infantil, en cuanto a la dificultad para conocer su incidencia, como "icebergs del maltrato", de los que sólo vemos la punta en la población en riesgo, pero que está totalmente invisibilizado en la población "normal". Los problemas para conocer la incidencia real se deben a los mitos y falsas creencias que se tiene sobre el maltrato infantil, los problemas de delimitación y falta de estudios epidemiológicos y la no notificación que se produce al considerarse de ámbito privado.

A pesar de todo, se confluye en una serie de datos en el caso español, como por ejemplo que el maltrato más sufrido por los niños españoles es la negligencia y el maltrato emocional y físico. Otros datos que concuerdan en los diferentes estudios: los chicos lo sufren algo más que las chicas (excepto el abuso sexual que es mucho mayor en chicas), los menores suelen sufrir más de un tipo de maltrato a la vez, se da a todas las edades, sin embargo, el maltrato físico es más frecuente en menores de dos años y el abuso sexual en mayores de 9 años, sobre todo entre los 12 y los 15.

Los primeros modelos explicativos del maltrato infantil hacían referencia a un solo factor explicativo (modelos clínico-psiquiátrico, sociológico o de vulnerabilidad infantil), mientras que los más recientes son multicausales e interaccionistas (modelo ecológico multicausal como el de Cicchetti y Rizley (1981), que se centra en el equilibrio entre los factores de riesgo y de protección.

Los indicadores de maltrato se correlacionan con los factores de riesgo y estos se pueden dar en diferentes niveles. El modelo ecológico nos habla de los siguientes factores de riesgo:

  • Desarrollo ontogenético: historia de malos tratos, historia de disarmonía y ruptura familiar, trastornos emocionales, ignorancia sobre las características evolutivas del niño y sus necesidades.
  • Microsistema: madre/padre (enfermedad crónica física y/o mental, drogas, alcohol, impulsividad, soledad, falta de tolerancia al estrés, falta de habilidad para resolver conflictos...), niño (prematuro, discapacidad, enfermedades frecuentes, problemas de conducta, hiperactividad...), interacciones de la pareja (desajuste, estrés, conflicto, violencia, rupturas frecuentes...), interacciones padre/hijo (disciplina coercitiva, expectativas desajustadas, ciclo de coerción...), estructura familiar (elevado número de hijos...), vivienda (hacinamiento...).
  • Exosistema: trabajo (desempleo, insatisfacción, conflictos...), vecindario (aislamiento, falta de apoyo social, profesional e institucional, rechazo social, vecindario peligroso...), nivel socioeconómico (estrés económico, inseguridad, inestabilidad...), movilidad (falta de raíces y de relaciones estables).
  • Macrosistema: situación económico-social (crisis económica y de bienestar social), ideología social (actitudes ante la infancia, la mujer, la paternidad y la maternidad; prácticas educativas y disciplinarias, actitud ante la violencia...). (Adaptado de Belsky, 1980, 1993; De Paul, 1988; y Rogosch, Cicchetti, Shields y Toth, 1995).

Las consecuencias del maltrato infantil afectan a todas las esferas de la vida del niño/a. Éstas dependen no sólo del tipo de maltrato, sino también con características de la víctima tales como su edad, sexo, historia previa y recursos y apoyo de que disponga. Trickett y McBride-Chang (1995) han señalado que el maltrato infligido a niños y niñas presenta algunas consecuencias que son comunes a todos los tipos de maltrato, y otras que son específicas de cada tipo de maltrato. Estas semejenzas se deben a que la mayor parte de las formas de maltrato se dan en la familia y son perpetrados por los padres o por personas que hacen sus veces y funciones, o más en general, por aquellos que se supone que deben dar afecto al niño, que son responsables de su socialización y educación. Para sintetizar, se habla de consecuencias físicas y psicológicas. Entre otras consecuencias se encuentra:

  • Distorsión en las relaciones emocionales básicas, en los cimientos de la construcción de la personalidad y las relaciones.
  • Enfermedades derivadas de situaciones de carencia alimenticia, sanitaria, higiénica y de los propios malos tratos físicos y/o sexuales.
  • Entorpecimiento de las relaciones de apego: apego inseguro.
  • Construcción de un modelo mental de relaciones marcado por el miedo y la desconfianza hacia los demás y la desvalorización propia que le llevará a tener emociones negativas hacia sí mismo.
  • Retraimiento social y conductas de evitación.
  • Repercusiones negativas sobre el funcionamiento cognitivo y el rendimiento escolar. Problemas de aprendizaje, falta de atención...
  • Indisciplina y problemas de conducta.
  • Comportamientos agresivos adolescentes, actos delictivos, adicciones, fugas de casa, intentos de suicidio.
  • Secuelas del maltrato pueden ser los síntomas depresivos, psicosomáticos, ansiedad, problemas en el funcionamiento sexual.

La intervención sobre el maltrato infantil debe realizarse desde todos los niveles que anteriormente hemos visto donde se podían dar factores de riesgo. La prevención es muy importante, tanto para reducir los casos de maltrato, como para detectar tempranamente las situaciones que pueden conducir a él. Para ello es importante emprender y mantener iniciativas legislativas y campañas de difusión a través de los cuales se persiga la concienciación, eliminando concepciones e ideas con respecto a la utilización de la violencia. Además de otros que favorezcan la igualdad entre hombres y mujeres y las dedicadas a fortalecer y favorecer el tejido social que rodea a las familias en riesgo y reducir sus posibilidades de exclusión social. Así como las intervenciones destinadas a la mejora de las habilidades para hacer frente a problemas y tensiones: facilitar la transición a la partenidad y educación de padres. También está centrada en incrementar los niveles de detección temprana por parte de profesionales en contacto con la infancia, como trabajadores sociales, maestros, sanitarios y policías.

Cuando el problema de maltrato aparece, la prioridad principal es la protección del menor. Actualmente, se tiende a evitar la separación del menor de la unidad familiar, de tal forma que hay que trabajar la falta de recursos a la hora de resolver las situaciones de estrés que sufre. Mejorar las relaciones entre los miembros de la familia, su contacto con el contexto circundante minimizar los elementos de tipo laboral, económico o personal que generen estrés, son modos de evitar la retirada temporal o definitiva de los padres (Arruabarrena y De Paúl, 1995).

Para ello se hace imprescindible una evaluación rigurosa y organizada, a raíz de la cual se selecciona el tipo de intervención más adecuada. Algunos tipos:

  • Enseñanza de habilidades parentales: favorecer el autocontrol, modos alternativos de inteactuar con el menor...
  • Programas con visitadores domiciliarios y de ayuda familiar.
  • Psicoterapia individual a uno o ambos padres.
  • Terapia familiar.
  • Apoyo/tratamiento grupal: psicoterapia grupal, grupos educativos, grupos de apoyo y autoayuda.
  • Otros servicios como alojamiento en situaciones de crisis, ayudas económicas, ayuda domicialiria, servicios de guardería, formación ocupacional y capacitación laboral, servicios de asistencia legal, o de tratamiento de problemas específicos, como abuso de drogas o alcohol...

El Roto y Forges opinan...