domingo, 29 de noviembre de 2009

La adaptación y la inadaptación como proceso aplicado a El truco del manco.

Los protagonistas son:

  • Quique: discapacitado, positivo, busca recursos, busca salida a los problemas por medios ilegales legitimizados interiormente como los únicos de que dispone (inadaptación objetiva con comportamientos inadaptados de tipo utilitario) en una sociedad que considera injusta, culpa a su familia.
  • Adolfo: personalidad negativa, victimismo, culpa a su padre.

Se encuentran inmersos en un proceso de inadaptación provocado por el fracaso familiar, escolar, laboral. En el momento que se dan los comportamientos inadaptados, se va consolidando el proceso de inadaptación.

  • Quique: sus padres disponen de un negocio familiar que les permite tener las necesidades básicas cubiertas. Por otro lado, probablemente dispone de pensión por incapacidad. No considero que se trate de carencias económicas. Sin embargo, la socialización en un ambiente legitimador de conductas inadaptadas (venta de droga, trapicheos, etc.), hace que esas conductas se perciban como las únicas disponibles para alcanzar metas (inadaptación objetiva). La realización del local a través de estos medios infunde desde el principio de la película un sentimiento de surrealismo, se palpa el terrible final. Además, no existe previsión en las acciones, “ya veremos como conseguimos el dinero”. No asimila su situación física, se envuelve de una coraza en la que no existe su discapacidad, para no aparecer como débil o vulnerable en un mundo duro que se ensaña con el débil, y pienso que hasta cierto punto, lo consigue, a través de su verborrea incansable, positiva…

  • Adolfo: tiene un comportamiento pasivo, casi de retraimiento y no participación social. Rehúye las conductas delictivas que Quique utiliza para conseguir dinero, pero por su repercusión, por las consecuencias (cárcel, líos, palizas, etc.), no por apreciaciones morales de ilegalidad. Ha sido drogadicto y ha estado en contacto directo con ese mundo y conoce las consecuencias. Adolfo además da un paso más, en cuanto que pega a su padre alcohólico, lo cual le hace sentirse mal y volver a las drogas. Comienza a perderse el respeto como persona. Lo ubico en un círculo vicioso de victimismo en el cual se mantiene a través de culpar a su padre alcohólico de su situación. Para mí es el que está más avanzado en el proceso de inadaptación.

Se encuentran inmersos en un proceso de inadaptación que puede llegar a consolidarse en cualquier momento, ya que están en constante contacto con conductas que los acabarán estigmatizando de por vida (inadaptación subjetiva, las instituciones protectoras y correctoras intervendrán tarde o temprano), como a muchas personas de su entorno (Marquitos y otros).

Considero que cada grupo social en los que están inmersos los protagonistas, cumple una función de legitimación de las conductas inadaptadas. Por un lado, la familia no aporta confianza, ni permite la realizacion de actividades constructivas que den sentido a otro tipo de vida que la que llevan. Los hermanos no se comunican ni se tienen confianza, de hecho su propio hermano será su delator al final. Se maltratan, no se escuchan. Quique quiere ser un modelo para su hermano, pero no comprende que su hermano acabará imitando sus conductas, entre otras cosas porque es la forma de sentir pertenencia a ese mundo. Incluso le recrimina el hecho de que no lo haga adecuadamente (robar), ya que ello le llevará a la cárcel (estigmatización). Es peculiar la forma de entender que se ha cometido un delito, si no estoy en la cárcel es porque no he hecho nada, le dice al principio de la película, cuando van a recogerlo a comisaría. No tendrán la percepción de estar realizando un delito hasta que este les conduzca a la cárcel, mientras tanto, se trata de lo que hay para sobrevivir, lo que me ofrece mi entorno como legítimo para dar respuesta a mis necesidades o proyectos.
Los amigos se convierten en testigos mudos de las conductas delictivas y no aportan recursos que propicien el cambio hacia comportamientos “normativos”. Son “utilizados” en caso de necesidad (el gordo), se ocultan unos de otros en cuanto sienten que fracasan, tampoco existe comunicación (Adolfo oculta su recaída en las drogas y no habla de sus sentimientos hacia su padre), parece más bien una relación de complicidad engañosa, en la que yo te comprendo porque estoy en el mismo barco que tú. Aun así existe aprecio y sensación de apoyo.

La relación con las instituciones no se aprecia, pero se supone que ha habido ya que:

  • Al haber nacido con discapacidad, el contacto con la sanidad, con los servicios sociales incluso y con la escuela ha debido ser estrecho. Pienso que tienen conocimiento de este tipo de recursos.
  • El contacto con la autoridad se percibe como castigo o como lo que hay que burlar para salir adelante. Puede ser el fracaso de cualquier proyecto que emprendan, en cuanto lo hacen por medios ilícitos castigados en el código penal.

Los contactos con grupos sociales de ayuda (rehabilitación, desintoxicación), se consideran innecesarios e inútiles. No se percibe la ayuda como tal, sino como una pérdida de tiempo que no va a resolver nada en mi duro mundo. No se perciben como los recursos adecuados para la vida en el barrio.

1 comentario:

  1. Bien resuelto, aunque puedes darle una vuelta más de tuerca a los procesos de socialización que siguen los protagonistas.

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