DROGODEPENDENCIAS (Alicia, Guadalupe y Juan Antonio) 18 mayo
Es ésta una problemática amplia, con la que se interviene en fases, estando la inserción laboral en la última fase, cuando se ha producido la desintoxicación y la rehabilitación.
Las nociones como definición, marco legislativo, formas de intervención actuales, prácticas y centros de desintoxicación, rehabilitación y reinserción y causas y perfil del drogodependiente, es un contenido teórico que hemos trabajado en nuestro trabajo grupal, por lo que voy a pasar a exponer la intervención sociolaboral que aportaron los compañe@s, el papel del educador y las conclusiones y opinión sobre la exposición.
La intervención sociolaboral para las personas que se enmarcan dentro de esta problemática es una herramienta de reinserción importante. Como ya he comentado anteriormente en otra entrada, es una de las formas más efectivas en que la persona es aceptada socialmente (factor de protección contra la exclusión), además de ser una forma de ampliar las redes de apoyo:
• Compañeros de trabajo.
• Red social derivada de la pertenencia a un entorno de trabajo.
• Contribución a la economía y al bienestar familiar.
Además supone una herramienta para fomentar la autoestima, la seguridad y la confianza en sí mism@.
Es por ello que actualmente se pone mucho énfasis en la intervención sociolaboral con colectivos con alto riesgo de exclusión social (personas con diversidad funcional, personas maltratadas, reclusos, minorías étnicas, etc.).
Las intervenciones relacionadas con la inserción laboral de este colectivo, se realizan desde múltiples frentes y se suelen poner en marcha en la fase de seguimiento y reinserción sociolaboral (última fase). Ya vimos que la intervención con este colectivo consta de tres fases: desintixicación, rehabilitación y reinserción.
Una vez finalizada la estancia en la Comunidad Terapéutica el paciente se incorpora a esta última fase del programa que tiene una duración variable según la institución desde la que se realiza (centros de día, red de artesanos, programa Arquímedes, etc.). El objetivo fundamental de esta etapa es proporcionar un plan individualizado de inserción, asesorándole en el manejo de nuevas situaciones, impulsando su capacitación laboral y la ocupación sana del tiempo libre. Se pretende que aprenda a obtener el máximo partido de sus recursos personales y de los existentes en su entorno, potenciando su incorporación familiar y social y previniendo posibles recaídas. Entre las actividades más significativas para lograr este objetivo podemos destacar las siguientes:
• Actividades formativas: realización de cursos formativos como plataforma para la búsqueda de empleo y también como recurso que favorece la relación con otras personas, el sentimiento de pertenencia a un grupo, la adopción de compromisos, el esfuerzo personal, etc. (talleres, formación ocupacional, orientación hacia la realización de curriculum y entrevistas laborales, etc.).
• Fomento de la utilización del tiempo libre para favorecer un tipo de relaciones y actividades que permitan pasarlo bien, sin estar vinculadas directamente con el abuso del consumo de drogas.
• El apoyo en la búsqueda de empleo poniéndole en contacto con otros recursos e instituciones especializados en este campo (técnicos de empleo de Ayuntamientos, empresas de trabajo temporal, INEM, SAE, etc.).
PAPEL DEL EDUCADOR SOCIAL
La figura del educador social es muy imporatante para este colectivo, pero una vez más, sólo lo encontramos en el primer nivel (Servicios Sociales) y en algún centro, de forma esporádica. Realmente no entiendo la ausencia del educador en la mayoría de los ámbitos que estamos estudiando. Exposición tras exposición, vemos como es una figura que necesita ser conocida y reconocida para impulsar su “inserción” en ámbitos laborales en los que podría desempeñar una gran labor. Incomprensible.
CONCLUSIONES
Las drogodependencias constituyen una problemática multicausal y con un perfil de consumidor amplio.
Sin embargo, todo apunta a que la inserción sociolaboral es muy importante para conseguir acabar con la exclusión de estas personas y evitar las recaídas.
El educador social, aunque necesario, no aparece en muchos ámbitos de trabajo con este colectivo, estando éstos ocupados por profesionales de otras disciplinas o por personas con cursos o experiencia, sin tener estudios superiores específicos.
EXPOSICIÓN:
La exposición del grupo ha sido muy completa a nivel teórico. Han visitado numerosos recursos, se han informado bien (Poveda, proyecto Hombre, etc.) y nos han proporcionado numerosos datos sobre el tema tratado.
La única observación que haría es que se hizo un poco pesada y comenzamos a dispersarnos en la clase, que ya sabemos que no hace falta mucho para que esto ocurra. Esto se hubiera evitado introduciendo debate o dinámicas. El contenido teórico muy bien.
Es ésta una problemática amplia, con la que se interviene en fases, estando la inserción laboral en la última fase, cuando se ha producido la desintoxicación y la rehabilitación.
Las nociones como definición, marco legislativo, formas de intervención actuales, prácticas y centros de desintoxicación, rehabilitación y reinserción y causas y perfil del drogodependiente, es un contenido teórico que hemos trabajado en nuestro trabajo grupal, por lo que voy a pasar a exponer la intervención sociolaboral que aportaron los compañe@s, el papel del educador y las conclusiones y opinión sobre la exposición.
La intervención sociolaboral para las personas que se enmarcan dentro de esta problemática es una herramienta de reinserción importante. Como ya he comentado anteriormente en otra entrada, es una de las formas más efectivas en que la persona es aceptada socialmente (factor de protección contra la exclusión), además de ser una forma de ampliar las redes de apoyo:
• Compañeros de trabajo.
• Red social derivada de la pertenencia a un entorno de trabajo.
• Contribución a la economía y al bienestar familiar.
Además supone una herramienta para fomentar la autoestima, la seguridad y la confianza en sí mism@.
Es por ello que actualmente se pone mucho énfasis en la intervención sociolaboral con colectivos con alto riesgo de exclusión social (personas con diversidad funcional, personas maltratadas, reclusos, minorías étnicas, etc.).
Las intervenciones relacionadas con la inserción laboral de este colectivo, se realizan desde múltiples frentes y se suelen poner en marcha en la fase de seguimiento y reinserción sociolaboral (última fase). Ya vimos que la intervención con este colectivo consta de tres fases: desintixicación, rehabilitación y reinserción.
Una vez finalizada la estancia en la Comunidad Terapéutica el paciente se incorpora a esta última fase del programa que tiene una duración variable según la institución desde la que se realiza (centros de día, red de artesanos, programa Arquímedes, etc.). El objetivo fundamental de esta etapa es proporcionar un plan individualizado de inserción, asesorándole en el manejo de nuevas situaciones, impulsando su capacitación laboral y la ocupación sana del tiempo libre. Se pretende que aprenda a obtener el máximo partido de sus recursos personales y de los existentes en su entorno, potenciando su incorporación familiar y social y previniendo posibles recaídas. Entre las actividades más significativas para lograr este objetivo podemos destacar las siguientes:
• Actividades formativas: realización de cursos formativos como plataforma para la búsqueda de empleo y también como recurso que favorece la relación con otras personas, el sentimiento de pertenencia a un grupo, la adopción de compromisos, el esfuerzo personal, etc. (talleres, formación ocupacional, orientación hacia la realización de curriculum y entrevistas laborales, etc.).
• Fomento de la utilización del tiempo libre para favorecer un tipo de relaciones y actividades que permitan pasarlo bien, sin estar vinculadas directamente con el abuso del consumo de drogas.
• El apoyo en la búsqueda de empleo poniéndole en contacto con otros recursos e instituciones especializados en este campo (técnicos de empleo de Ayuntamientos, empresas de trabajo temporal, INEM, SAE, etc.).
PAPEL DEL EDUCADOR SOCIAL
La figura del educador social es muy imporatante para este colectivo, pero una vez más, sólo lo encontramos en el primer nivel (Servicios Sociales) y en algún centro, de forma esporádica. Realmente no entiendo la ausencia del educador en la mayoría de los ámbitos que estamos estudiando. Exposición tras exposición, vemos como es una figura que necesita ser conocida y reconocida para impulsar su “inserción” en ámbitos laborales en los que podría desempeñar una gran labor. Incomprensible.
CONCLUSIONES
Las drogodependencias constituyen una problemática multicausal y con un perfil de consumidor amplio.
Sin embargo, todo apunta a que la inserción sociolaboral es muy importante para conseguir acabar con la exclusión de estas personas y evitar las recaídas.
El educador social, aunque necesario, no aparece en muchos ámbitos de trabajo con este colectivo, estando éstos ocupados por profesionales de otras disciplinas o por personas con cursos o experiencia, sin tener estudios superiores específicos.
EXPOSICIÓN:
La exposición del grupo ha sido muy completa a nivel teórico. Han visitado numerosos recursos, se han informado bien (Poveda, proyecto Hombre, etc.) y nos han proporcionado numerosos datos sobre el tema tratado.
La única observación que haría es que se hizo un poco pesada y comenzamos a dispersarnos en la clase, que ya sabemos que no hace falta mucho para que esto ocurra. Esto se hubiera evitado introduciendo debate o dinámicas. El contenido teórico muy bien.

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