domingo, 6 de junio de 2010

SOY DOWN, ¿Y QUÉ?

SOY DOWN, ¿Y QUÉ?
Esta exposición me interesaba en especial ya que, como he dicho anteriormente, me apasionan estos temas, sobre todo en cuanto que son personas con características físicas que ya de entrada los estigmatizan. La diferencia hace la exclusión.
Sin embargo, no pude asistir por acudir a una tutoría importante para otra asignatura.
La información proviene de mis compañer@s y de sus blogs. No puedo opinar objetivamente sobre la exposición, pero para mis compañeros, ha sido una de las más completas e interesantes.
Por los datos que he podido recoger, la exposición comenzó con un vídeo en el que se formulan preguntas a personas de la calle, no profesionales, sobre Síndrome de Down y las personas que lo padecen. Las respuestas a algunas de estas preguntas:
• ¿Cómo son? Diferentes, estupendos, viven en su mundo, cariñosos…
• ¿Pueden hacer cosas por sí mismos? Algunas sí y otras no.
Realmente vemos como son los estereotipos y la falta de información lo que influye en las respuestas.
En este sentido, puedo decir que los conocimientos teóricos sobre la enfermedad ya los tenía desde hace tiempo. Es un síndrome que se estudia en la parte de Genética del temario de Biología, ya que se trata de una alteración genética en la que se produce un cromosoma más (3 en vez de 2), en la pareja de alelos 21. Al ser una anomalía genética, conlleva cambios biológicos y anatómicos que dan lugar a unos rasgos físicos determinados y a la propensión a ciertas patologías cardíacas y hormonales, y afecta al funcionamiento de algunos órganos internos. Además, esta anomalía produce que el desarrollo psicológico, sobre todo a nivel cognitivo, sea inferior. Otras categorías psicológicas como memoria, emociones, lenguaje, motivación, etc., no se ven afectadas por el triple cromosoma.
Los compañeros insistieron y enfocaron la exposición hacia las consecuencias derivadas de las dificultades de inserción sociolaboral de estas personas.
LEGISLACIÓN
• LISMI: en la que se recoge la obligación de contratar a personas con diversidad funcional en empresas de más de 50 trabajadores en un 2%.
• Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a Personas en situación de dependencia.
• Ley de Educación de Andalucía: donde se recoge de forma transversal (esta palabra tiene sus trampas, ya que contribuye a la inacción) la necesidad de integración de las personas con diversidad funcional.
FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo actúan como activadores del proceso de exclusión, por lo que son los principales aspectos sobre los que se debe intervenir:
• Alta tasa de analfabetismo: esto puede ser debido por un lado a la tendencia al paternalismo y a la sobreprotección que muestran algunas familias, lo que no les permite aprender desde pequeños, y por otro, la falta de adaptación curricular para este colectivo tan amplio, la falta de profesionales especializados y de recursos didácticos adaptados.
• Bajo índice de personas con la ESO o formación profesional: lo que no los hace competitivos en el mercado laboral, reduciendo aun más sus posibilidades de integración sociolaboral.
• Aislamiento social: las intervenciones que se realizan están dirigidas sólo a ellos, por lo que no se produce integración real.
Este último factor hace que se vean diferentes a sí mismos y que prefieran estar con personas que sean como ellos. Esta forma de intervenir probablemente ha sido investigada, pero se podría empezar a intervenir con estas personas de forma que se produzca interacción y contacto con la sociedad general. En realidad es la pescadilla que se muerde la cola, ya que el aislamiento de los demás hace que ellos prefieran estar juntos y que la sociedad siga sin conocerlos y sin saber cómo interaccionar con ellos.
El fomento de las redes de apoyo es esencial para acabar con esta situación que fomenta el aislamiento y el desconocimiento social de las necesidades y la forma de interaccionar de estas personas.
DEBATE
El debate giró en torno a las preguntas que lanzaron los compañeros. Es la sociedad y el contexto los que condicionan el aislamiento o son las propias características cognitivas de estas personas las que lo determinan. Personalmente me inclino a pensar que son múltiples factores los que lo condicionan. Si nos centramos en el aspecto laboral, por un lado, sus limitaciones cognitivas los limitan a la hora de desarrollar ciertos trabajos, pero no otros (como el resto de mortales, no todos somos capaces de realizar todos los trabajos). Los trabajos que suelen realizar son manuales y artesanos, sector que se encuentra en declive por la competencia de grandes potencias como China, India, etc.
Por otro lado, la competitividad entre empresas es feroz, por lo que se utilizan tecnologías avanzadas muy especializadas, y la mano de obra debe estar altamente formada y especializada. La inserción laboral en estas empresas es difícil y normalmente se trata de obligaciones, normativas y subvenciones a cumplir por la empresa. Entramos en el terreno de la discriminación positiva.
En cuanto a las interacciones con el resto de personas, se podría producir un rechazo a la hora de trabajar en las empresas, por la falta de conocimiento mutuo.
Las formas de interacción actual (asociacionismo virtual y real, redes sociales, etc.) permitirán una forma de presión social nueva e influyente que hará que colectivos como éste avancen en su lucha por la integración real y efectiva. Es muy probable que se produzca la integración educativa, que es la más importante y a partir de la cual se desarrollarán formas de interaccionar integrales y satisfactorias.
El Sistema Educativo se ha quedado por detrás de la evolución social y tecnológica. Los recursos y los modelos didácticos no responden a la forma en que actualmente se demanda el conocimiento y la formación ocupacional. Somos parte de la sociedad red nos guste o no, por lo que las nuevas formas de marginación se producen hacia las personas que no disponen de acceso a las nuevas tecnologías (brecha digital). Las personas con diversidad funcional se enfrentan cada día a factores de exclusión, insuperables incluso para personas sin limitaciones, por lo que la integración se lleva a cabo a través de intervenciones beneficiosas para ellos, pero que provocan el aislamiento y acentúan las “diferencias”.
VÍDEO DE PABLO PINEDA
En muchas ocasiones se han hecho programas y entrevistas sobre Pablo (sobre todo en la 2). Conozco este caso, que ha sido analizado por psicólogos y pedagogos. Pablo es una excepción, probablemente se trata de un caso en el que la capacidad cognitiva no está limitada, probablemente por causas biológicas. Esto lo convierte en un caso de superación personal y lucha, pero no lo hace representativo de estas personas.
VISITA ASOCIACIÓN “ENLACE”
Por los comentarios de mis compañeros, se deduce que lo que estas personas necesitan es autonomía por un lado e integración social por otro. El paternalismo y la sobreprotección heredados de formas de asistencialismo derivadas de la ignorancia, la compasión, la pena, el clasismo limpiaconciencias, no tienen cabida en la sociedad actual. Parecemos haber alienado los avances tecnológicos de las mentalidades. Estamos en una sociedad donde personas con mentalidad posmoderna y posmaterialista conviven con una gran mayoría de personas de mentalidad materialista, para los que las personas con limitaciones no sirven y deben ser tratados como pobrecitos. Simplemente porque no son “productivos”.
De hecho, la inserción social pasa por la laboral de forma obligatoria. Nuestra forma de intervenir con TODOS los colectivos, pasa por actuaciones encaminadas a la inserción laboral, es un pensamiento a nivel mundial, inserto la sociedad humana, interiorizado tan profundamente que se convierte en causa de exclusión y marginación. El trabajo remunerado es el que cuenta, las demás aportaciones que pueda hacer una persona, simplemente por serlo, no son importantes si no producen dinero.
En fin, probablemente estoy diciendo barbaridades…
Ha sido una pena no haber podido asistir a esta exposición. Es un tema que me gusta y que pienso que necesita de nuevas formas de intervención más acordes con las circunstancias actuales. Las formas de intervención deben estar encaminadas a disminuir el aislamiento, no pueden convertirse en burbujas protectoras.
No entiendo cómo en sociedades en las que se dispone de todo tipo de activadores de la comunicación social, cada vez nos conocemos menos y nos discriminamos más.


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